martes, 31 de enero de 2012

ENJUICIADOS POR COMPARTIR EL EVANGELIO

Anila y Perveen (los nombres han sido cambiados para proteger a los individuos y a sus familiares)
17 y 18 años de edad
Paquistan
1997

Anila conoció a Perveen en la escuela. Al ir creciendo su amistad Anila le obsequio a Perveen una Biblia y le enseño sus cánticos cristianos. Perveen aprendió los cánticos con rapidez y se los comenzó a enseñar a su hermana menor cuando sus padres no estaban en casa. Los padres de Perveen pronto se percataron de los cánticos y siendo muslmanes estrictos no estaban muy complacidos. Pero en lugar de confrontar a Pervven inmediatamente, hicieron que la hermana menor investigara de donde provenia la influencia cristiana.
Un dia Anila invito a Perveen a un servicio. Cuando la joven musulmana escuchó la presentación del Evangelio, aceptó a Jesús inmediatamente. Perveen se sintió muy entusiasmada  con su nueva relación con Jesús, y vio como grandes cambios ocurrían n su vida. Leian la biblia y adoraban a Dios con audacia. Anila estaba consciente de que, no tardando mucho su amiga enfrentaría oposición por parte de sus padres.
Los padres de perveen estaban furiosos cuando se enteraron de su conversión, ya que previamente habían hecho los arreglos necesarios para casarla con un joben musulmán. Cuando Perveen rehusó nuevamente, se marcho de su casa huyendo.
Cuando los padres de Perveen no lograron hallarla, acusaron a Anila y a su pastor de secuestro. Arrestaron a Anila, y la abofetearon y la golpearon frente a sus padres por más de nueve horas. Finalmente la encerraron en la cárcel.
Al siguiente día el pastor de Anila junto con su familia fueron también llevados a la cárcel. Anila y su pastor experimentaron horribles torturas en la cárcel. A ella la torturaron con latigazos dieciséis veces (cinco veces es suficiente para que cualquier individuo normal se desmaye). Cuando los soltaron de la cárcel, Anila estuvo dos meses sin poder sentarse, y su pastor casi no podía caminar por causa de las lesiones en las caderas y los muslos.
Posteriormente la familia de Perveen la encontró. En los países musulmanes, a menudo a los hijos se les castiga severamente por convertirse al cristianismo. Otros son asesinados por sus padres o por sus hermanos por apostatar, o convertirse a otra fe.
Para restaurar el honor perdido de su familia el hermano de Perveen la mató de una puñalada, y luego se entrego voluntariamente a la autoridades locales. Como comúnmente ocurre en tales situaciones, al final fue dejado en libertad sin mayores consecuencias.

"He visto lo que hay en el mundo", dijo Anila, "y no tiene nada bueno que ofrecer. Jesús es mi única fuente de paz"

Aun hay cientos, quizá miles de historias similares a esta. Historias que nunca podrán relatarse de niños y adolecentes cristianos que son asesinados por sus padres musulmanes Jesús dijo que estas cosas sucederían:

El hermano entregará a muerte a su hermano, los padre traicionaran a sus hijos, y los hijos se levantaran contra sus padres, y los mataran. El mundo entero los va a odiar a ustedes por causa mia, pero el que se mantenga fiel hasta el fin será salvo.(Mateo 10: 21-22)

¿Y QUE DE LOS PERSEGUIDORES?

Jesús dijo amad a vuestros enemigos... y orad por los que os ultrajan y os persiguen (Mateo 5:44). En la cruz dijo" Padre perdónalos porque no saben lo que hacen" (Lucas 23:34).

Estos hombres y mujeres  de Dios estaban más preocupados por salvar a los que los torturaban, que en salvar sus propias vidas. Dios no nos ha llamado a odiar a aquellos que hacen el mal, sino a orar por ellos.

martes, 3 de enero de 2012

¿PORQUE TUVIERON QUE MORIR?

Sadrac,Mesac y Abed-nego respondieron, y dijeron al rey Nabucodonosor:"No necesitamos darte una respuesta acerca de este asunto. Ciertamente, nuestro Dios a quien servimos puede librarnos del horno de fuego ardiente; y de tu mano, ho rey nos librará,Pero si no (lo hace) has de saber ho rey, que no serviremos a tus dioses ni adoraremos la estatua de oro que has levantado".(Daniel 3: 16-18)
Sea para morir o para vivir no negaria su fe.
En el ultimo capitulo de Juan, Jesús le dijo a Pedro que algún día iba a morir como martir. Cuando Pedro vio a Juan de pie detrás de Jesús, le preguntó: Señor, ¿y que de éste?
Jesús le dijo: si quiero que el quede hasta que yo venga, ¿que a ti? sigueme tu (Juan 21:22).

Cada uno de nosotros debe seguir a Jesús por sí mismo. quizá nunca tenga que enfrentarse a la decisión de morir o no por causa de su fe, pero cada día se enfrenta a la decisión de vivir o no de acuerdo a la misma.

martes, 20 de diciembre de 2011

¿POR QUÉ?

Se arrodilló a media noche para orar en el huerto que a menudo visitaba junto con sus amigos. A estos mismos amigos les había dicho: "oren para que no caigan en tentación". y allí en el huerto su oración fue: "Padre si es tu voluntad, haz que pase de mi esta copa. Pero si esto es algo que debe suceder, entonces obedeceré tu voluntad". Y seguidamente oro con mayor fervor, y su sudor era como grandes gotas de sangre que caían a tierra.
Pronto llegaron los soldados para llevárselo. Fue traicionado por uno de sus mejores amigos. El evangelio según San Juan nos dice que los soldados preguntaron por "Jesús de nazaret", y cuando el respondió diciendo: "Yo Soy", los soldados fueron derribados al piso por el poder de su confesión. Pedro otro de sus amigos intento rescatarlo atacando a uno de los sirvientes del sumo sacerdote y cortándole la oreja. Pero Jesús reprendió a Pedro por haber hecho tal cosa, restauro la oreja del sirviente y se entrego a los soldados. el pudo haber escapado con facilidad pero decidió ser obediente a la voluntad del Padre.
Lo llevaron ante el sumo sacerdote, donde fue interrogado y golpeado. luego lo llevaron ante el gobernador romano para ser enjuiciado. Los sacerdotes demandaron que fuera crucificado por haber declarado ser Dios. Nuevamente fue interrogado, pero el gobernador no pudo hallar falta alguna en él. En la esperanza de apaciguar a los sacerdotes, el gobernador ordeno que lo azotaran.

A lo largo de la mañana fue golpeado y azotado hasta el punto de quedar irreconocible. Sobre sus espaldas ensangrentadas colocaron un manto el cual dejaron hasta que las se secaron sobre el manto, y luego le arrancaron el manto a la fuerza abriéndose nuevamente las heridas. Y entonces lo cubrieron otra vez con el manto y el proceso comenzo otra vez. se burlaron de el como rey de los judíos y le hicieron una corona de espinas de dos centímetros de largo, la forzaron violentamente sobre su cabeza hasta que la sangre cubrió su rostro.
Fue llevado nuevamente ante el gobernador, y en esta ocasión no consultó a los fariseos ni saduceos, sino que fue directamente al pueblo de la esperanza de que ejercieran misericordia sobre este hombre inocente. Pero la muchedumbre comenzó  gritar: "¡Crucifícalo! ¡Crucificalo!" Entonces el gobernador se lavó las manos respecto al asunto y entrego a Jesús de Nazaret en manos de los soldados romanos para ser ejecutado.
Jesús cargó sobre sus lacerados hombros y espalda el peso de su propia  cruz, mientras avanzaba dando traspies hacia el monte en las afueras de la ciudad. Y en aquel monte fue clavado sobre la cruz, y levantando para ser visto por todos mientras moría. El evangelio de Mateo nos dice el pudo haber llamado doce legiones de ángeles para que acudieran en su ayuda, pero no lo hizo. Él sabía que por medio de su sacrificio se pagaría el precio del pecado de toda la humanidad, y que por medio del mismo el hombre seria declarados libres del pecado y obtendrán el derecho de estar delante de Dios.

viernes, 18 de noviembre de 2011

Sí, YO CREO EN DIOS

Era una joven de 17 años de edad. Él estaba mirándola fijamente, mientras sostenia un rifle frente al rostros de la joven.
-Crees en Dios?
Ella guardo silencio. Era una pregunta de vida o muerte.
-¿Porque?- pregunto el verdugo.
Pero nunca le dio la oportunidad de responder.
La joven adolecente yacía muerta ante el.

Esta escena pudo haber ocurrido en el Coliseo Romano. Pudo haberse llevado acabo durante la Edad Media. Y pudo haberse sucedido en un sinnumero de países alrededor del mundo hoy día.
Hay quienes están siendo encarcelados, torturados y asesinados cada día, porque rehusan negar el nombre de Jesús.
Esta historia en particular, no ocurrió en tiempos antiguos, ni en Vietnam, Paquistan o Rumania.Sucedió en la Escuela Secundaria Columbine, en la ciudad de Littleton, Colorado, el 20 de abril de 1999.

¿Crees en Jesús?